Si lo definimos tal y como lo hace su descubridor el Dr. Isaac Goiz, diremos que es un conjunto de cargas que identifican una patología y que está constituído por dos cargas principales de polaridad opuesta (una negativa y otras positiva), que se forman a expensas de la alteración fundamental del PH de determinados órganos.
Nuestro organismo funciona correctamente cuando el PH de los órganos es neutro (PH = 7). Si por alguna razón se produce la infección de un órgano y este se polariza hacia positivo, en ese mismo momento se produce una polarización de signo contrario (negativo) por resonancia bioenergética en un órgano distinto.
De acuerdo con esta definición, las acción de los virus y hongos se desarrolla en un ambiente de PH ácido (+) y bacterias y parásitos desarrollan su acción patógena en un ambiente de PH alcalino (-). En una primera etapa esta alteración del PH puede provocar una malfunción para posteriormente dar lugar a otros problemas que definiríamos como enfermedad.